jueves, 1 de diciembre de 2011

Las teorías de Lidell Hart y la técnica de envolvimiento.

En la película "Alexander", Alejandro Magno planea una ofensiva al centro de gravedad persa, a manera de cuña, para lo cual busca despistar con un engaño a la caballería asiática, de tal suerte que ordena un movimiento del centro al flanco derecho de su frente, a lo cual Darío III ordena a su capitán de caballería: "envuélvelo" ("envelope him").

Hasta antes de Napoleón, el único general que alguna vez hizo envolvimientos al enemigo, fue nada menos que Escipión Africanus, de la familia de los Cornelia, y Aníbal de la familia de los Barca. Tomemos en cuenta que los romanos tenían la técnica de relevar el frente de ataque a través de filas de combatientes, de tal forma que la fila de adelante se pasaba hasta la fila de atrás, prosiguiendo la segunda línea del frente a continuar el ataque. Normalmente los romanos agarraban de las cuerdas al soldado que tenían frente a ellos, a fin de no provocar que se dispersara el batallón, pero también para saberlo compactar. Tanto perfeccionaron esta técnica, que los romanos eran capaces de extender sus líneas tomar iniciativa en ataque, para luego compactar las líneas cuando se tenían que defender del contraataque, como si fueran una mano que se extendía y se empuñaba, se extendía y se empuñaba. Estos batallones se llamaban "manipulus-manipula", de aquí viene la voz "manipular".

Ahora bien, Escipión, envolvió el último y desesperado ataque de Aníbal, cuando éste hizo avanzar a sus elefantes, de tal forma que Escipión abrió sus filas erizadas, provocando que los elefantes pasaran entre filas romanas buscando evitar el filo de las puntas de lanza romanas. En síntesis, envolvió a los elefantes. Esta técnica de envolvimiento no fue perfeccionada por ningún otro general de la edad antigua (excepto Alejandro y Aníbal, con su famosa "U" invertida), ni en la  media, ni siquiera en la moderna. Tuvimos que esperar hasta Napoleón.

A Napoleón le gustaba abrir fuego contra un determinado flanco enemigo, provocando una rotación de sus filas, para de esta manera desperdigar de un golpe las filas enemigas de dicho flanco. Vaya que le funcionó en Austerlitz. Así, Napoleón envolvía el flanco mientras el flanco restante buscaba responder el fuego de artillería al tiempo que buscaba planear una contraofensiva.... tarea quasi-imposible, teniendo enfrente al Emperateur.

De hecho, Napoleón muchas veces se dejaba flanquear, para de esta forma concentrar en un punto de equilibrio el fuego de artilleria y la carga de la caballería para abrir un rompimiento en las filas enemigas que hiciera partir al ejército enemigo en dos. Los prusianos lo lamentaron.

Durante más de 100 años, los ingleses hicieron escuela de Waterloo, en el entendimiento de que para ellos la mejor técnica consistía en abrir una fuerza de choque que contuviera cualquier intento de envolvimiento enemigo. Así lo hicieron en prácticamente todas las guerras del siglo XIX, y todos los países lo imitaron.

Sin embargo, ya para principios del siglo antepasado, von Clausewitz, estableció toda una serie de teorías de envolvimiento que serían harto tedioso reproducirlas aquí, quédese el lector con el hecho de que Clausewitz implantó la llamada "guerra de movimientos", en las que una batalla puede ser decidida antes de que se dispare la primera bala. Es decir, piénsese en un par de buques enemigos del siglo XVI o XVII, pues bien, estos buques solían pasar horas, si no es que días, buscándose el flanco o ángulo perfecto para abrir fuego. Si el buque enemigo te sorprendía en posición delicada, te podía hundir en menos de diez disparos.

Los prusianos, maestros en el arte de la Krieg, desarrollaron vastísimas técnicas de envolvimiento, pero no a través de la apertura de fuego, o después de haberse iniciado hostilidades...... no, se trataba de una técnica de envolvimiento que se desarrollaba durante la "guerra de movimientos", misma que (obviamente) precede a la guerra o batalla abierta.

Pues bien, después de la guerra mundial primera, que fue una guerra básicamente de trincheras, sin oportunidad de envolvimientos, un obscuro soldado de nombre Lidell Hart elaboró determinadas teorías de envolvimiento, básicamente dicen lo siguiente: que un ejército, a fin de desenvolverse en la guerra moderna, debe por fuerza desplegarse a profundidad, en lugar de ser meramente una fuerza de choque (como hacían los ingleses), de tal forma que una vez que el enemigo inicia hostilidades, habrá de permitírsele adentrarse en nuestras propias líneas, a fin de que las líneas cierren en paralelo envolviendo al enemigo.

Evidentemente, este tipo de técnica de envolvimiento es eficiente sobre todo cuando se trata de una guerra de alta velocidad, en aquél entonces se les llamaba guerra de divisones "acorazadas". No obstante lo anterior, la cúpula militar del Imperio Británico hizo caso totalmente omiso a sus teorías.

Quienes sí escucharon las teorías de Hart, fueron los alemanes....  y las aplicaron con increíble éxito envolviendo a las tropas francoinglesas en el norte de Francia, no obstante que los alemanes estaban en inferioridad numérica de 1 a 3. Pero muy sobre todo, fue aplicada durante la campaña en Rusia, donde ejércitos alemanes envolvían a los rusos con precisión endiablada, donde las divisiones motorizadas alemanas se movían a toda velocidad mientras veían pasar a las motorizadas soviéticas avanzando en el otro sentido..... a unos cuantos cien o doscientos metros. Era la guerra de movimientos en su máxima expresión. Enormes Cannas.

Un sólo ejéricto alemán llegó a envolver cinco o seis ejércitos soviéticos, y los derrotaban, como sucedió en Sebastopol, Crimea, norte del Mar Negro, donde Churchill dijo que la tierra todavía apestaba a pólvora (en la cumbre de Yalta). Pronto los rusos aprendieron la técnica y la aplicaron a los alemanes, envolviéndoles el sexto ejército, al mando del General Von Paulus.... en Stalingrado.

Rommel decía que el desierto se comportaba como el mar, con arena en lugar de agua, dunas en lugar de olas.... y las dunas se movían según la dirección del viento. Para no entrar en detalles, diremos que a Rommel le bastaron dos divisiones para derrotar a todos los ejércitos británicos de África, compuestos por hindús, sudafricanos, australianos, neozelandeses, canadienses, etc. etc.

Pues bien, yo, mediocremente, no busco compararme con ninguno de los grandes genios mencionados aquí. Me permito desde mi humilde cerebro, opinar que la técnica de envolvimiento, hoy en día, habría de ser aplicada en dirección concurrente y nunca convexa a la dirección vectorial que tome el ejército enemigo.

Me explico. Las guillotinas se forman de una hoja en forma de diagonal, esto para que sea más efectiva a la hora de cortar una cabez, pues la forma diagonal logra rebanar de mejor manera una superficie que no es plana. De aquí deriva que los cortapuros también son diagonales.

Pues bien, una técnica de envolvimiento moderno, PODRÍA, (subrayo podría) consistir en la apertura de un fuego intenso contra las líneas enemigas, pero con nuestras líneas avanzando en formación diagonal, de tal suerte que la punta de la diagonal abriría la brecha en el frente enemigo, mientras que el resto de la "hoja" estaría flanqueando a una mitad del frente, de tal forma que estarìamos evitando un envolvimiento a profundidad en nuestra contra por parte del enemigo.

Así, creo yo, existe una manera de partir un ejército en dos, con una mitad envuelta, y la otra mitad obligada a mantener su posición. Ni siquiera podría huír.


 RH