jueves, 29 de septiembre de 2011

EL RELATIVISMO DEL AFECTO.

Dante Alighieri, en su Divina Commedia, establece su camino al Paraíso desde el Infierno, guiado por aquéllo(s) que él considera como los pozos de la perfección. Ése afecto, "amore", es producto de una cosmovisión, el macrocosmos de los círculos sensoriales que sólo pueden ser explicados a partir de una visión teológica del mundo.

El humano afecto dirigido a otra persona, en su versión más misteriosa y profunda, encuentra su origen en el plan Divino, o Inteligencia Divina que dispone a todas las cosas, seres y entes en un lugar predispuesto a cumplir su función de acuerdo con su naturaleza instrínseca (filosofía aristotélica es ésta, tomista también).

Para que pueda existir un Dante, capaz de englobar en la persona amada la totalidad del Universo Divino, de tal forma que en ésa persona se encuentren conjugados todos los astros, todas las galaxias, todo el éter, todo el mundo y todo el universo, por fuerza se necesitará de un sentimiento extremadamente profundo, hasta visceral, capaz de trascender el cosmos, hasta profundiades insospechadas, capaz de trascender el volumen de la persona amada, el volumen del mundo en el que se encuentra, el volumen del universo (infinito a nuestro entendimiento), el volumen incluso del amante y del amado, es tan profundo que..... trasciende incluso la muerte.

Para que tales afectos o sentimientos puedan tener lugar, POR FUERZA el amante deberá creer en un Dios, en cuya Divina Inteligencia se encuentra diseñada la disposición de la persona amada, de la que incluso los astros giran a su alrededor.

Si tu comida preferida son los camarones, y la que más detestas son las hamburguesas, tu madre sabrá cuál escogerás si te encierran en un cuarto con los dos platos sobre una mesa. De la misma forma la Divina Inteligencia, en su infinita sabiduría, decide el pasado, el presente y el futuro de forma conjunta con la libertad del Hombre, el mismo Hombre que nunca deja de ser libre de elegir. He aquí el origen del Destino.

Un Dante, en su caminar por el bosque, es el amante que descubre a su amada, el Universo empieza a girar alrededor a ella, incluso la vida y la muerte giran alrededor de ella de forma melódica, ritmo a ritmo. He aquí el origen del amor: la idea de Dante de saberse predestinado en la Divina Inteligencia a encontrar a su amada.

Si la idea de Dios, y su Divina Inteligencia y Sabiduría es suprimida, resultará que la idea, o esperanza, o celo de encontrar a la amada desaparece con él. Basta que uno sólo de los dos, ya sea Dante o su amada, deje de creer en Dios, para que la idea de Amor desaparezca de entre ellos, pues si uno de los dos suprime a Dios, o bien lo relativiza, nunca existirá la conexión trascendental al Universo, a la vida, ni trascendental a la muerte, conexión que se supone habría de unirlos para siempre.

He aquí explicado, en la relativización de Dios, el origen de las aberraciones en favor de la relativización de la moral (misma que es producto de la idea divina): el aborto, la eutanasia, la homosexualidad, etc. etc.

Podría ponerle un broche a este artículo pero ya me da hueva escribir.

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